El lanzamiento del iPhone 16e, la versión más económica del iPhone, catapultó a Apple al primer puesto en ventas mundiales de teléfonos inteligentes durante los primeros tres meses del año. Según Counterpoint Research, la compañía estadounidense alcanzó una cuota de mercado del 19%, seguida por Samsung con el 18%.
A pesar de un estancamiento o descenso de las ventas en regiones clave como Estados Unidos, Europa y China, la demanda del iPhone se mantuvo sólida en los mercados emergentes. En China, Apple enfrenta la competencia de marcas locales como Huawei y aún no ha integrado algunas funciones de inteligencia artificial que ofertan sus rivales.
Por su parte, los datos de International Data Corporation (IDC) muestran que los envíos globales de smartphones crecieron un 1,5% en el primer trimestre. Apple incluso adelantó parte de sus envíos –unos 1,5 millones de unidades procedentes de India– para evitar la aplicación de posibles aranceles.
Estas medidas responden a la volatilidad arancelaria derivada de las tensiones comerciales con Estados Unidos. Aunque la administración de Donald Trump decidió finalmente eximir a los smartphones y otros dispositivos electrónicos de las tarifas sobre productos importados desde China, persiste la dependencia de la cadena de suministro asiática.
“La exención temporal de aranceles brinda un alivio, pero las empresas siguen expuestas a la incertidumbre comercial”, señaló Ryan Reith, vicepresidente del equipo de seguimiento de dispositivos de IDC. “En este momento, las marcas estadounidenses deberían aprovechar la exención para fabricar y enviar tantos modelos como les sea posible”, añadió el ejecutivo.

